Con 12 años en el mercado, Asadero El Ídolo es una de las cadenas más recomendadas de Otavalo (Imbabura). Y si bien el sabor del pollo que se sirve es el principal enganche de la marca, visitar cualquiera de sus cuatro locales es una experiencia que reúne: buen comer, precios accesibles, atención cálida y pantallas de televisión en las que se transmite los mejores torneos de fútbol a nivel global.

Sí, fútbol. El Ídolo es un restaurante temático, en el que la comida se sirve al ritmo de goles, gambetas, cánticos y emocionantes relatos. Los clubes de la LigaPro Ecuador, de la Copa Libertadores, de la Copa Sudamericana, de la Champions League y de las mejores ligas del mundo, entran en acción mientras los clientes degustan deliciosas pechugas, piernas, pospiernas, alitas… acompañadas de crujientes papitas, una sabrosa menestra, una ensalada muy fresca, un ají apetecible y una bebida bien fría.

De la Costa a la Sierra

La bebida fría no hace sino recordarle a Sebastián Mesías, dueño de El Ídolo, los primeros días que pasó en Imbabura, donde en pocos kilómetros podía salir del frío de Otavalo al trópico de Ibarra, los cantones que se convirtieron en los más visitados de su itinerario.

Don ‘Sebas’, como le llaman sus conocidos, llegó en 2008 a la tierra que mezcla lagunas y volcanes, y tiene temperaturas inferiores a los 20 grados; un paisaje muy diferente a las planicies, pequeñas elevaciones y al calor de su natal Tosagua, cantón de Manabí, que se ubica a 11 metros sobre el nivel del mar y goza de una temperatura promedio de 25 grados.

Pero el clima andino no fue lo más duro para él y su esposa; el cambio más difícil para ellos fue acostumbrarse a no estar con su primera hija, a la que dejaron a cargo de su abuela materna. La entonces bebita tenía menos de un año.

En Ibarra, don Sebas y su pareja aprendieron lo esencial de un asadero al desempeñar su primer trabajo en el restaurante Galaxis; en ese lugar laboraron casi cinco años. Renunciaron para abrir su propio asadero: El Ídolo. El nombre, el eslogan y hasta el diseño, los hizo don Sebas. Dibujó a mano aquello que deseaba tener. Hasta que en junio de 2013, en las calles Morales y 31 de Octubre, estrenaron su primer local.

Desde ahí, merced a esfuerzo y sacrificio, el establecimiento creció, al punto de abrir tres sucursales: uno en la parte oeste de la Morales y 31 de Octubre, otro en la Abdón Calderón y Sucre y el tercero, en la Panamericana Sur, sector Santiaguillo. También cuenta con servicio a domicilio; quienes prefieran esta opción, pueden marcar al 095 996 0351.

Pero no solo creció la empresa, también creció la familia. Los esposos tienen ahora cuatro hijos, la mayor de 17 años, el segundo de 12, la tercera de 11 y la última, de cuatro meses. La nena de 17 años es manabita; los otros tres son imbabureños.

Sebastián Mesías es un agradecido con Dios, pues, desde el principio, su establecimiento cuenta con el beneplácito de la ciudadanía. Lo que más atrae es el sabor, un gusto que se debe a una mezcla secreta de aliños. Un invento de sus dueños que no deja de perfeccionarse, porque “Cada día tratamos de mejorar para que nuestra clientela venga con más frecuencia. El pollo lo servimos con arroz y otros acompañados. Las salsas, las papas fritas bien crocantes, la ensalada, nuestra menestra y todo lo que ofrecemos, son del agrado general”, menciona Mesías.

Lo que viene ahora, prosigue el empresario, son nuevas opciones para estudiantes. A las salchipapas y hamburguesas, se sumarán una presentación de papitas con pollo, servidos en conos, y para todo público, el chaulafán. Estos productos estarán a disposición de la ciudadanía a fines de septiembre 2025.

El sabor del fútbol

Aquel amante del rey de los deportes que no haya soñado con ser futbolista ¡qué lance la primera piedra! En el caso de don Sebas, su afición por el balompié y por Barcelona SC lo llevó a configurar un restaurante temático.

Y aunque bautizar a su emprendimiento como ‘El Ídolo’ obedeció a su amor por el equipo amarillo, con el tiempo entendió que el nombre era genérico, porque para muchos el ídolo es Liga de Quito, para otros es Emelec, para otros cuantos es El Nacional, la Selección, etc., etc. O bien, algún crack histórico: Pelé, Maradona, Messi, Spencer, Aguinaga…

Con pensamiento de delantero, Sebastián Mesías siente que marca un golazo cuando escucha los mejores comentarios sobre su comida o cuando tiene la oportunidad de abrir una vacante de trabajo. Por ahora son 16 los empleos directos que genera.

Cumplir lo que se ofrece

 “Lo mejor en pollos al carbón” es un eslogan que se cumple todos los días cada vez que un cliente paga satisfecho por la comida y el servicio. Para muestra dos botones:

“Soy fan de El Ídolo. Me gusta por el sabor del pollo; es demasiado rico. Comencé a comer aquí desde hace más de un año. Yo trabajaba vendiendo manillas y vine solita al restaurante. Es mejor que los otros pollos que venden en Otavalo, tiene un toque especial y la atención es muy buena”,

Ana Marcano, vendedora, 34 años.

“El pollo de aquí es muy delicioso; toda la comida es muy fresquita. Una se siente a gusto cuando la comida sabe bien. El precio es económico y la cantidad es suficiente; en otros lugares te dan menos. Soy cliente de esta cadena desde hace mucho tiempo, desde cuando empezó”.

Katherine Chusig, 26 años, psicóloga.