La actriz estadounidense Jennifer Aniston, de 55 años de edad, ya puede ver su foto en una lápida. Ella sigue viva y goza de buena salud, pero su imagen reposa en una de las lápidas de exhibición de marmolería ‘La Inmaculada’, negocio ubicado en la Panamericana Sur y calle Bolívar del cantón Otavalo, provincia de Imbabura, en Ecuador.

Sin duda, ver su foto en el centro de una placa mortuoria resulta llamativo para más de uno, especialmente si son conocedores de producciones de cine o televisión. No es para menos, Aniston, además de seguir en auge, es una de las artistas más carismáticas de Norteamérica.

Cómo olvidarla en su icónico papel de Rachel Green en la comedia televisiva Friends, una de las más exitosas de la década de los 90. Aquella serie, en la que fue la novia de Ross Geller (David Schwimmer), le sirvió para ganar algunos premios, entre ellos un Emmy y un Globo de Oro, y le valió ser considerada la dueña del mejor cabello de los Estados Unidos, ya que su peinado ‘The Rachel’ fue replicado por muchas mujeres de la época.

También es recordada por sus desempeños en películas como ‘El Duende Maldito’, ‘Todopoderoso’ y ‘Esposa de Mentira’, y por sus romances con actores como Brad Pitt o Justin Theroux, con quienes estuvo casada, con Pitt entre 2000-2005 y con Theroux de 2015 a 2018.

Por todos estos antecedentes, no deja de ser curioso que una foto de Aniston aparezca en una lápida, cuyo autor, Javier Angamarca, propietario de marmolería ‘La Inmaculada’, aseguró que la belleza de la artista lo llevó a elegirla entre varias fotos que buscó en internet para adornar las laudes que suele poner de exhibición en los exteriores de su taller.

Su mero afán es exponer cómo quedan los trabajos que realiza, de hecho, la foto de la protagonista de Friends está sobre la losa con el nombre María Lucía Ortiz Gutiérrez. “Busco imágenes del internet para poner de muestrario. Solo puse imágenes y salieron un montón, fue al azar. Sí la he visto en películas, me parece buena artista”, explicó Angamarca.

El rostro impreso de Aniston permanecerá en la placa hasta que se deteriore, pues el artesano cambia de fotos toda vez que estas se decoloran.

Angamarca tiene 30 años y desde hace ocho años se dedica a la elaboración de placas mortuorias, cruces, floreros y otros tallados. Sus manufacturas las trabaja en mármol, vidrio, granito, acrílico y porcelanato.

“El costo mínimo de una lápida es de $70, en mármol nacional. Se le graba todo lo que guste el cliente. Se le graba corazoncitos, oraciones, diseños. El costo máximo depende del cliente, un tallado con florecitas, por ejemplo, sale en $160. Hay de todo precio, depende de la calidad de la piedra”, subrayó.

Gracias a este emprendimiento, que está situado en el sector del Cementerio Indígena, Javier Angamarca saca adelante a su esposa, Daniela Yar, y a sus dos hijos. Natural de San José de Chaltura (Antonio Ante), reside en Priorato (Ibarra), por lo que madruga todos los días para viajar a Otavalo y abrir su local. Si requiere más información de este negocio, puede comunicarse a los teléfonos 0999624143 o 0994032540.